¿Cómo lleváis el confinamiento? En mi caso y tras un mes sin salir de casa, me gustaría contaros mi experiencia, no solo con el confinamiento sino con el hecho de haber pasado algunos de los síntomas del covid-19.
El viernes 13 de marzo fue el último día que fui a la oficina a trabajar, ya que a partir del lunes 16 empecé a teletrabajar desde casa. Igual que mis hijos, que dicho día fue el último al que fueron al colegio, y desde entonces están realizando clases virtuales (mi hijo mayor está en primero de bachillerato y el menor está cursando segundo de ESO). En el caso de mi mujer en la semana del 16 al 20 de marzo todavía fue a trabajar a la oficina. En dicha semana mi mujer empezó a tener escalofríos y tener algunas décimas de fiebre y fuertes dolores musculares. Por mi parte, el jueves 19 por la tarde empecé a tener mucho frío y empecé con algunas décimas de fiebre. Aunque podría tratarse de una gripe común, todos en casa perdimos el sentido del olor y el gusto, incluidos mis hijos, aunque para ellos fue el único síntoma que presentaron ya que por lo demás se han encontrado bien. Durante aproximadamente 15 días he tenido fiebre de forma regular. Por las tardes era cuando más subía hasta 38,2 y 38,3, y un pico de 38,5. Afortunadamente no manifesté otros síntomas, como la tos continua o la falta de aire, tan temidos con este virus. Con todo era una sensación como de qué nunca se acababa ya que hacía el final, había días que aunque te levantabas animado, al rato te encontrabas con mucha debilidad y sin ganas de hacer nada. Fue bastante curioso que cuanta más fiebre tenía mejores niveles de glucosa obtenía. Creo que esta situación se debió al hecho que en esos días perdí prácticamente el hambre y comía muy poco.
En Andorra el gobierno tiene previsto realizar a toda la población la prueba rápida para detectar el porcentaje de personas que han adquirido anticuerpos. Así que en cuanto pasemos la prueba sabremos si hemos padecido del covid-19 o de una gripe normal, aunque según la Doctora que nos atendió al teléfono, nos dijo que por los síntomas presentados, casi con toda seguridad nos ha visitado el coronavirus y por lo tanto hay que hacer una cuarentena de 15 días para prevenir el no llevar el virus a otros sitios.
Mi madre, con 80 años, está en una residencia en Balaguer (Lleida) a unos 130Km de mi vivienda habitual en Andorra. Aunque sabemos que está bien, e intentamos hablar con ella a diario, le cuesta entender esta situación en la que el distanciamiento social nos impide vernos. Además, como tiene un glaucoma, no podemos hacer vídeo conferencia ya que no puede vernos. El hecho, ya no solo de no poder visitarla, sino de no saber cuando podremos hacerlo, y las noticias de como el virus afecta de forma más grave a las personas mayores, siempre te mantiene en alerta.
El futuro es incierto, no sabemos cuando podremos volver a la vida normal y como de normal será reincorporarnos a la vida cotidiana que conocíamos hasta no hace mucho.
Tras casi un mes sin salir de casa espero con ganas el momento de poder salir a dar un paseo con mi familia, mientras tengo que conformarme con hacer algún ejercicio en casa. Las noticias en Andorra en estos últimos días son esperanzadoras, así que espero estar más cerca del final del confinamiento.
No me gustaría terminar sin un recordatorio a todas las víctimas de este virus. En la mayoría de situaciones los allegados no han podido acompañar a los finados en sus últimos momentos, y este hecho sin duda debe de ser desesperante. Además de las fosas comunes a las que, en muchos países, muchas de las víctimas se han visto abocadas. Desde aquí mi particular recuerdo para que no queden en el olvido.
Por cierto, Manu Garrido, que es periodista e ingeniero informático ha creado el proyecto Memorial 2020, una iniciativa digital para poner cara y nombre a las muchas víctimas que ha dejado el coronavirus en España, y contar sus historias.